Los 4 criterios de calidad (“4C”) para valorar un diamante son: Corte, Color, Claridad y Carat (Peso).

Corte

El corte o talla se refiere a la forma del diamante. Es la única de las 4Cs que depende directamente de intervención humana. La importancia de un buen corte radica en que este puede ennaltecer mucho el brillo de una piedra.

Color

Se usa el color para determinar la transparencia de un diamante (es decir, qué tan blanco es). Se utiliza una escala de colores que va D a la Z. Los diamantes de color “D” son casi perfectamente transparentes mientras que los más cercanos a la “Z” se vuelven amarillentos o marrones.. Esta escala fue establecida por el GIA (Gemological Institute of America) y es admitida internacionalmente.

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Claridad

La claridad describe si existen imperfecciones en el diamante y de qué tipo son. Algunos ejemplos de imperfecciones o inclusiones podrían ser una nube borrosa, una fractura, líquido atrapado, etc.

Carat (Peso)

El carat es la unidad de medida de los diamantes y se mide en quilates (un quilate corresponde a 0.20 gr). El precio de los diamantes sube exponencialmente entre más pesados son, pues en la naturaleza se encuentran pocos diamantes de gran tamaño. Por ejemplo, un diamante de 3 quilates es tres veces el peso de un diamante de 1 quilate, pero su precio puede ser hasta diez veces superior.