El mundo de los diamantes comienza desde que la piedra aún no ha sido trabajada por los joyeros, es decir, un diamante en bruto. Luego, cuando es cortado, puede ser utilizado en piezas de joyería como anillos, aretes o collares. 

Por consiguiente, en este proceso, se establecen distintos cortes a los diamantes, como corte baguette, marquise, princesa, o el popular «brillante». Sin embargo, puede que al mencionar este término pensemos que se refiera a lo mismo que diamante, pero son conceptos que mantienen sus diferencias. 

¡Aquí te contamos cuáles son!

¿Qué es un diamante?

Un diamante es una piedra preciosa que se origina a partir de átomos de carbono que se cristalizan en forma de cubo, lo que lo constituye en un mineral formado por carbono puro cristalizado. Este proceso puede durar millones de años porque, normalmente, se originan en capas muy profundas de la tierra donde hay condiciones extremas de temperatura y presión, que le permiten al carbono mineralizarse y transformarse en un diamante. 

Es así como esta formación de piedras permite que no existan dos diamantes iguales, puesto que cada uno tiene características distintivas que son evaluadas a través de cuatro criterios de calidad que fueron establecidas por el Gemological Institute of America (GIA), conocidas como las 4C: 

• Color: Se refiere al grado de color natural del diamante. Los diamantes incoloros tienen un valor más alto y son más llamativos a simple vista.
• Claridad: Es una medida de pureza de las piedras que indica la cantidad de inclusiones o imperfecciones que tienen los diamantes en su interior.
• Corte: Se determina en función de la forma en que las facetas del diamante interactúan con la luz, cuando el corte de un diamante es bueno, refleja toda la luz que incide en él.
• Carat: Se refiere al peso de un diamante expresado en quilates. En el mercado, a mayor peso del diamante, más costoso será. Esto se debe a que existen menos piedras grandes porque la dificultad para que cristalicen es mucho mayor.

Estas características permiten establecer el estándar de calidad de un diamante y brindan orientación al momento de hacer una compra, ya sea para una ocasión única como en anillos de compromiso o simplemente para joyas del día a día.

¿Cuál es la diferencia entre un diamante y un brillante?

A pesar de que comúnmente suele hablarse de diamantes y de brillantes como elementos iguales, la realidad es que los brillantes no son más que un corte específico que se realiza al diamante. Este tiene como fin de resaltar las características asociadas al brillo y a la luz que puede emanar la joya.

El término «brillante» está asociado a la abreviación de un tipo de corte, específicamente el de «corte brillante», el cual usualmente tiene unas 57 facetas o «lados», las cuales permiten que exista un efecto de refracción de la luz mucho mayor. Por lo que en este tipo de corte se consigue que toda la luz que entre al diamante salga por la parte superior, obteniendo un brillo excepcional. 

Asimismo, a pesar de que este tipo de talla suele usarse en relación con los diamantes, otro tipo de joyas también pueden tener un corte brillante. Esto indica que la piedra tiene una forma redonda. 

De igual manera, la talla es la característica más llamativa de un diamante, ya que es lo que va a determinar el destello del mismo. Por esto es importante resaltar que también existen otras formas habituales de tallar los diamantes y dependen del efecto y de la calidad que se quiera conseguir en cada piedra. Las principales son la talla de princesa, la oval, la radiant, la marquise, la pera, la forma corazón, la esmeralda, la triangular, entre muchas otras que le brindan características distintivas y especiales a cada pieza.

Características de los brillantes vs. características de los diamantes

Los brillantes constituyen uno de los cortes más famosos y atractivos que pueden encontrarse en el modelado de los diamantes, ya que resalta sus características de mayor distinción como pueden ser el brillo y la luz que se refleja en el mismo. 

A pesar de que suelen equipararse, los diamantes y los brillantes poseen una serie de características distintivas. ¡Aquí te mencionamos sus principales diferencias!

Aspecto

• Se denomina «diamante» a la piedra preciosa en sí, mientras que «brillante» se refiere al tipo de talla de la piedra.
• Los diamantes pueden ser tallados de distintas formas.
• No todos los diamantes pueden ser de talla brillante, ya que la piedra necesita contar con las características adecuadas para que se pueda emplear esta técnica.

Tallado

• Los diamantes pueden tener diferentes números de lados, mientras que en los brillantes, la cantidad de facetas o «caras» debe ser superior a 57.
• En el caso de los brillantes, su tallado se realiza en forma circular para aprovechar de mejor forma las propiedades de brillo del diamante. Por su parte, los diamantes tienen distintas formas de tallado como el cuadrado (princesa), el ovalado, la forma de corazón o la forma de pera.

Reflejo y brillo 

• Los brillantes, al reflejar mejor la luz, tienen una apariencia más brillante y llamativa que los otros tipos de tallado.

Popularidad

• Los diamantes de talla brillante tienen una popularidad mayor al resto de cortes de los diamantes debido a que es el tipo de tallado más común en el mercado.

¿Son más valiosos los brillantes?

Como has podido conocer hasta este punto, los brillantes no son más que un tipo de corte que se puede realizar sobre los diamantes, por lo que el valor implícito en ellos no está asociado a su tipo, sino a todas las características presentes en la confección de dicho diamante. En tal sentido, el valor de un diamante tipo brillante va a estar directamente ligado a su pureza, color y otras características visibles en el certificado GIA.

Por lo que puedes ver, diferenciar este tipo de conceptos relacionados con los diamantes es importante al momento de elegir la piedra de tu preferencia, sobre todo, porque es frecuente que se usen los dos términos de manera indistinta debido a que la talla redonda es la más común y llamativa.

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